Los helicópteros son muy efectivos a la hora de efectuar este tipo de operación. La técnica pareciera ser la menos complicada e incluso la más económica, en relación al poco personal que se requiere y a la rapidez, versatilidad y eficiencia del sistema. La metodología consiste en volar dentro de la capa de inversión térmica aprovechando el helicóptero para mover grandes volúmenes de masa de aire, mediante el giro del rotor principal produciendo una circulación de aire que permite elevar la temperatura en las plantaciones sobre los niveles de congelación del fruto. Esto genera además de un movimiento convectivo del aire, la aceleración de las partículas produciendo fricción entre ellas, dando como resultado un aumento de temperatura. Cabe destacar que se puede realizar esto con distintos modelos de helicópteros según la masa de aire que se desea mover, otro factor de consideración es la diferencia marcada entre una aeronave a turbina y otra con motor convencional, ya que por la tobera de escape de la primera sale un gran volumen de aire caliente con temperaturas sobre los 250 C.